CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO



CARA DE PERRILLO

         Los niños salieron de casa a buscar lombrices en el Paseo de la Isla, Burgos,  para pescar cangrejos en su rio Arlanzón.

         Salieron con sus cañas de pescar de juguete, que les regalaron sus padres por Navidad. Que, por eso, iban contentos, deseando encontrar lombrices, cunas más mejor, para así estrenar las cañas, sin olvidar lo que les dijo su madre:

-Tened cuidado con los anzuelos cuando coloquéis la lombriz, no vaya a ser que os pinchéis vosotros.

         Cerca del puente de Malatos, en un jardincillo de Punta Brava, vieron de uno y otro lado cantidad de lombrices; algunas muy largas porque estaban apareadas.

         Junto a uno de sus bordillos y, antes de agacharse para coger las lombrices y meterlas en un frasco, vieron una cara de perrillo que les dio pena y miedo, recordando que uno de sus compañeros de clase del Colegio de Fuentecillas les había comentado a ellos y otros compañeros, en el patio durante el recreo, que su padre había enterrado un perrillo en un jardincillo del Paseo de la Isla. Que no dijeran nada porque era un secreto.

         Por la pena que les dio creyendo que se les había aparecido el perrillo, no se agacharon a coger lombrices, marchando de allí con prisa y miedo; regresando a casa, diciéndole a su madre cuando ésta les preguntó:

-Pero, hijos, ¿cómo es que volvéis tan pronto?

-Madre, no había lombrices. Además, se nos apareció la cara de un  perrillo que nos decía con lágrimas en los ojos:

-Llevadme con vosotros.



DANIEL DE CULLA